Informe nº 1: INTRODUCCIÓN

Explicación del nombre del blog:No es necesaria. Ya pronto lo entenderá.(¿Notó que sólo usé una vocal, la a?)
Génesis:

La elección largamente rumiada iba agregando opciones a medida que los días pasaban .
Desarrollo:
Primero fue una sola opción: VOY A IR A UN GIMNASIO, porque esto de que no me entre la ropa, ya me está creando una angustia existencial de dimensiones insospechadas.
Pero las dimensiones de mi angustia existencial, al parecer, no eran tan importantes, porque, en el fondo de mi corazoncito, yo sabía que si encontraba uno a gusto, iba a empezar a encontrar excusas diversas, en general muy creativas (porque yo soy muy creativa, eso sí, para todo, y, en especial, para las excusas) para ir una vez sí y dos no. Con la consiguiente carga de culpa generada por semejante derroche de dinero. La cual culpa tendría que ser apaciguada consumiendo peligrosas cantidades de turrones, bizcochos de grasa y mantecol, que provocarían nuevos expandimientos dimensionales a nivel corporal.
Entonces, surgió la segunda opción:
VOY A ESCRIBIR ALGO, pensé, con íntimo regocijo. Pero también pensé, con íntima frustración, que no es posible publicar sin gastar dinero en costosas impresiones, distribución y publicidad, y sin tener que frustrarme recibiendo infinitos rechazos de editores. Así que no hacía nada.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Informe nº 2 : Hernán


Hoy hace exactamente tres días conocí los blogs, los libros, y el talento de Hernán Casciari.
Justamente cuando andaba por Clarín, en la sección de los blogs, momento en que se me ocurrió cometer esto que estoy perpetrando acá.
Siento que mi vida ha incorporado algo importante desde entonces.
Como cuando uno encuentra un poema o una canción que expresa con fluidez y belleza, como si nada, todo lo que uno quiso expresar alguna vez y no pudo.
Los chicos de ahora ( los de antes lo hacían con poemas de Neruda o Bécquer) acostumbran a enviarse letras de canciones sin mencionar siquiera al autor, que son recibidas por el/la destinatario/a con la emoción de "¡Mirá, me escribió una canción!". No mencionan ni siquiera al autor, porque todos lo conocen, pero el mensaje funciona como si fuera un susurro soplado en el corazón del otro.
"Si alguien dice lo que yo quiero decir, yo tengo derecho de usarlo como si fuera mío", parecen pensar, "y al autor sólo le cabe sentirse feliz de haber sido el que puso las palabras a mis sentimientos". Aunque debo reconocer que no estoy de acuerdo con todo lo que dice. Pero es su derecho.