Informe nº 1: INTRODUCCIÓN

Explicación del nombre del blog:No es necesaria. Ya pronto lo entenderá.(¿Notó que sólo usé una vocal, la a?)
Génesis:

La elección largamente rumiada iba agregando opciones a medida que los días pasaban .
Desarrollo:
Primero fue una sola opción: VOY A IR A UN GIMNASIO, porque esto de que no me entre la ropa, ya me está creando una angustia existencial de dimensiones insospechadas.
Pero las dimensiones de mi angustia existencial, al parecer, no eran tan importantes, porque, en el fondo de mi corazoncito, yo sabía que si encontraba uno a gusto, iba a empezar a encontrar excusas diversas, en general muy creativas (porque yo soy muy creativa, eso sí, para todo, y, en especial, para las excusas) para ir una vez sí y dos no. Con la consiguiente carga de culpa generada por semejante derroche de dinero. La cual culpa tendría que ser apaciguada consumiendo peligrosas cantidades de turrones, bizcochos de grasa y mantecol, que provocarían nuevos expandimientos dimensionales a nivel corporal.
Entonces, surgió la segunda opción:
VOY A ESCRIBIR ALGO, pensé, con íntimo regocijo. Pero también pensé, con íntima frustración, que no es posible publicar sin gastar dinero en costosas impresiones, distribución y publicidad, y sin tener que frustrarme recibiendo infinitos rechazos de editores. Así que no hacía nada.

viernes, 9 de octubre de 2015

FM AUTENTICA, un cuento de Silvia Ele


Fecha original de publicación: 13-12-08
 
(Este es un cuento original de Silvia Ele, la culpable de este blog. Si alguno considera que esto merece ser copiado y difundido, ella se sentirá sumamente feliz. Sólo pide que mencione la fuente al hacerlo, es decir su nombre y el del blog.)

Aclaración : cualquier semejanza con la realidad, no es casualidad. Porque yo he tenido algunos programas en radios de FM que responden a la descripción, además de que los personajes han sido sacados de la misma realidad. S.L


FM AUTENTICA
El (un) ambiente de la emisora estaba lleno de la voz de Darío, el locutor de "Las bellas y las bestias". Brotaba su voz, cual cantarino manantial, de la casetera de abajo a la derecha, que era la única que andaba.
- Y seguimos aquí - decía la voz - en FM Auténtica, ofreciendo como siempre, supremacía en comunicación...

Mientras seguía la voz embrujando el éter, se abrió la puerta del baño, y una bocanada maloliente invadió el (un) ambiente de la emisora. Y la voz de carne y hueso de Darío dijo :
- ¡Pero, me cachendié! ¡Otra vez no hay lamparita en el baño! ¿Y si sacamos la de indicar AIRE del estudio y la ponemos?.
A lo cual Matías, desde su banqueta de control, y desde sus importantes dieciséis años, previo movimiento del flequillo, respondió :
- Esa era la que se quemó. Decime, ¿no lo viste al Director? Tenía que pagarme y hace ocho días que no aparece.

Darío se peinaba frente al vidrio (el que quedaba) de la ventana.
- Por lo menos, podrían pintar un blanco fosforescente en el inodoro,¡ que lo tiró, che!
Entretanto, la voz de Darío envasada para el éter seguía :
-...personal de alto nivel técnico, locutores, conductores, periodistas, corresponsales, publicistas, telefonistas, libretistas, productores, todos, unidos en una mística...
Y seguía.

Sonó el teléfono. Atendió Darío.
-¡Hola, sí! ¡Ah!, ¿qué tal, señora?. Ya le digo.
Bajó el auricular y gritó : - ¡Matías, tu vieja dice que a la vuelta no te olvidés de la mayonesa!
Matías, desde el control, repondió con un gesto ligeramente soez y siguió manipulando en la consola con dos dedos, mientras con la otra prendía un pucho con aire de hombre recio (¿Humphrey Bogart?, Heidi, al lado de él).
Darío despachó a la señora y cortó.
- ¡Matías, a ver si me copiás!. Mandate ahora estos cortes y prepará este tema...¡Uy, no! ¡Esperá! Es la hora del noticiero. ¿No trajeron el diario?.
Matías negó con el flequillo.

- No más diario. Dos días sucio de mate - hablaba en telegrama para reafirmar su imagen de macho lacónico.
Darío estaba furioso. ¡Tanto lío por esa idiotez! ¡Qué le hacía una mancha de mate al diario?
- Bueno, que se muera el guacho ese. Vos mandame el tema de Durán-Durán, que yo voy abajo a pedirle al de los manises.
Y se fue. En eso, riiinnnnn.....
Matías, solo, se levantó presto de su banqueta para atender, provocando con dicha presteza que el mate, la yerba y el azúcar se desparramaran sobre la alfombra. Mientras que el agua del termo, avanzando sobre la casetera lograba que el tema de Durán-Durán sonara como "La catedral sumergida", de Debussy. Hasta que el casete se paró y no quiso más olas.

Todo esto, mientras Matías le colgaba guasamente al Presidente del Colegio de Abogados (que llamaba por una información incorrecta) porque no era la minita que él esperaba.
Momento justo en que entró Darío con un diario todo sucio.
- Me lo prestó el del bar, porque lo dejó un cliente en el baño. Pero piensa que va a volver a buscarlo. ¡Dame aire, pibe! - y se metió en el estudio.
Matías volvió a sacudir el flequillo, se sentó morosa, displicentemente en la banqueta, movió dos clavijas con un dedo y sacudió de nuevo el flequillo, pero esta vez para el otro lado.
Darío acomodó el micrófono con cinta adhesiva, para que no se cayera y se mandó :
- Y ahora, para una audiencia que sabe apreciar lo mejor, la mejor información, fruto del esfuerzo de un equipo que no conoce el descanso ni el desmayo.

Mientras Darío leía todo el diario frente al micrófono, Matías enfocaba el ventilador de pie que refrigeraba el equipo (que si no, se recalentaba y saltaba todo) hacia la casetera anegada, para secarla. Con lo cual, el ventarrón hizo que el termo cayera nuevamente sobre la alfombra y volaran todos los papeles con publicidad, gacetillas y las cartas para el concurso "Noches Calientes".
Cuando Darío ya había leído todo, menos los remates de ganado, Matías apagó el ventilador y manoteó cualquier casete. Se acordó entonces del pucho prendido que había abandonado. Lo buscó, hasta que encontró su cadáver sobre un nuevo agujero en la alfombra. Fue cuando se agachó para recogerlo, que oyó que entraba Gustavo, avanzaba por el minúsculo pasillo y saludaba a Darío :
-¿Qué hacés, papá? ¿Siempre con el apostolado, vos?
Y después oyó que Gustavo le decía :
-¿Qué hacés Matías? Tengo algo grande para vos. ¿Querés laburar en la FM de mi pueblo? Es nueva y recién hay que hacerla. Pero podés cazar un poco de guita.

Matías chanfleó el flequillo, encendió otro pucho, entrecerró los ojos, hizo un largo silencio, y finalmente habló :
- Me parece que no, flaco.¿Sabés qué pasa? Yo estoy acostumbrado a trabajar en serio, ¿viste?. No puedo agarrar cualquier cosa a esta altura de mi vida.

No hay comentarios: