Informe nº 1: INTRODUCCIÓN
Génesis:
La elección largamente rumiada iba agregando opciones a medida que los días pasaban .
Desarrollo:
Primero fue una sola opción: VOY A IR A UN GIMNASIO, porque esto de que no me entre la ropa, ya me está creando una angustia existencial de dimensiones insospechadas.
Pero las dimensiones de mi angustia existencial, al parecer, no eran tan importantes, porque, en el fondo de mi corazoncito, yo sabía que si encontraba uno a gusto, iba a empezar a encontrar excusas diversas, en general muy creativas (porque yo soy muy creativa, eso sí, para todo, y, en especial, para las excusas) para ir una vez sí y dos no. Con la consiguiente carga de culpa generada por semejante derroche de dinero. La cual culpa tendría que ser apaciguada consumiendo peligrosas cantidades de turrones, bizcochos de grasa y mantecol, que provocarían nuevos expandimientos dimensionales a nivel corporal.
Entonces, surgió la segunda opción:
VOY A ESCRIBIR ALGO, pensé, con íntimo regocijo. Pero también pensé, con íntima frustración, que no es posible publicar sin gastar dinero en costosas impresiones, distribución y publicidad, y sin tener que frustrarme recibiendo infinitos rechazos de editores. Así que no hacía nada.
domingo, 30 de diciembre de 2007
Sección DIVULGACION CIENTIFICA: Malos recuerdos
El 29 de diciembre, en el diario Página/12 se ha publicado interesante y extensa nota sobre los más importantes descubrimientos científicos del año 2007.
En la segunda página, a cuatro columnas, se enumeran como chiquicientos items, y cada uno de ellos, por sí solo, daría tema para varias páginas de escritura en Arial 8, interlineado sencillo.
Por supuesto que recorté la nota y la encerré cuidadosamente en un folio de plástico porque pienso alimentarme de ella hasta el 29 de diciembre del 2008, en que, espero, salga otra nota similar con los nuevos descubrimientos.
De los primeros, el que más me impactó fue el que decía
"Comienzan a estudiarse drogas que borran los malos recuerdos".
¡Uaaauuuuuuu!!!!, pensé. Y empecé a pensar cuáles malos recuerdos yo borraría ni bien consiguiera las primeras pastillas que salieran a la venta.
Hice un somero recuento de los que más presente tenía, y luego de escribir la lista en los azulejos de la cocina (mientras revolvía con la otra mano el arroz para la cena), me puse a analizar detenidamente a cada uno ellos.
¿Del fracaso en la Universidad, el divorcio, las 52 pérdidas de distintos tipos, las 34 frustraciones afectivas (amigo/as, novios, parientes), las 39 frustraciones comerciales, y otras 800 amenidades, cuáles querría borrar?
Mientras tanto, el arroz se pegó, y empezó a quemarse, y mi cena quedó cual catedral sumergida en la pileta de la cocina.
Después, mientras tomaba mate y comía pan con manteca, para suplir la cena naufragada, (y de paso, hacer dieta), seguí repasando la lista.
Y me di cuenta de que no quería borrar ninguno, porque, de cada uno de ellos, había sacado una consecuencia positiva.
Ninguno había sido tan nefasto como para haberme producido sólo dolor, ni siquiera el de aquella vez que descubrí a mi novio Hilario besando a su secretaria. Porque, gracias a eso, lo mandé al infierno y empecé a sali con Macario, que era un amor, y me regaló un anillo de oro que después vendí para comprarme una cámara fotográfica.
De otros no había sacado beneficios materiales, pero sí sabiduría. Y algunos fracasos se habían convertido, con el tiempo, en posibilidades gananciosas.
Entonces pensé: "¿No sería mejor inventar una droga que permita convertir los malos recuerdos en vivencias positivas?".
Por ejemplo, uno iría a la farmacia y le diría al farmacéutico:"Hola, don Felipe. Déme un frasco de pastillas para la ruptura con mi novio Agustín." Y Don Felipe le daría un frasco de pastillas azules, con la recomendación de tomarlas en ayunas.
O podría ir al supermercado, a la góndola PARA MALOS RECUERDOS, y encontraría unas pastillas amarillas para los Fracasos en la Escuela. Y unos supositorios verdes para los Peleas con mi hijos, y unos inyectables en caja roja para las Vacaciones con mi suegra, y un jarabe rosado para la Navidad en que estuve solo/a.
No creo que haría falta la receta médica, porque ¿qué mal puede hacer algo que transforma cosas malas en buenas? ¿Transformar buenos en malos, tal vez? No se me hubiera ocurrido. Bien, será cuestión de ponerse a inventar el antídoto.
domingo, 23 de diciembre de 2007
Sección VIDA ACTUAL: Internet, mi nick y yo
Yo pertenezco a esta última no categoría. Hace casi diez años que chateo, y añun hoy no puedo hacerme a la idea de colocarme un nick como "Sos una mierda, sabelo", o "Mañana no tengo clase, vivaaa" o "Viejo, dale, prestame las llaves"o "El Evatest me dio negativo, iujuuuuuu".
Pero, a veces, pienso que la vida nos sería más fácil a todos si anduviéramos con un cartel colgado del cuello, que cambiáramos cada día, donde informáramos de nuestro estado de ánimo (Estoy podrida de ir a trabajar) o de nuestra situación amorosa (Desgraciado, te fuiste con esa yegua), o nuestras querellas personales (Dale, tarado, decímelo en la cara), o nuestras preocupaciones financieras (No tengo la guita para la cuota de la hipoteca todavía), de nuestros sentimientos de amor no expresados oralmente (Mi amor, sos lo mejor que me ha pasado en la vida).
El interlocutor del momento sabría a qué atenerse respecto de nuestro estado anímico y no se sorprendería si contestáramos con un gruñido a un saludo afectuoso. Y el que teme ser sableado, huiría a tiempo.Y el objeto de nuestro amor no tendría que estar semanas sentado mordiéndose las uñas frente al chat, con el teléfono celular en una mano y el de línea en otra mano, esperando una declaración. Porque el que ve en el chat un nick apasionado, pero sin el nombre del destinatario, en general, no se da por aludido hasta que la declaración se hace personal, es decir, con el nombre propio refulgiendo como un letrero luminoso. Y el remitente, generalmente, no es tan arriesgado como para poner ese nombre a la vista de sus otros cuatrocientos contactos, por las dudas puediera ser rechazado. Apasionado, sí. Tarado, no. El problema se da, pienso yo, cuando hay más de un posible destinatario esperando la declaración y uno, justo el que no es, se apresura a responder.
Ahora bien: dentro de la categoría "sí, chateo", hay varias subcategorías. Están los que ponen versos de canciones como nick, cuando consideran que ellas representan sus propios pensamientos en forma más elegante. Lo cual no está mal, para mí, porque,en última instancia, esa es la función del arte: poner en palabras o imágenes o sonidos lo que no todos podemos expresar. Por eso, yo le regalo un CD con un Concierto de Paganini a mi amiga Raquel, y no a mi sobrino Iván. A cada uno, le regalo lo que sé que va a disfrutar y además le hará saber que comparto su gusto Aunque tal vez no me guste lo que le regalo a mi sobrino pero me hace feliz saber que él lo apreciará.
Los chicos (jóvenes, adolescente, pre-púberes) de ahora lo hacen con toda libertad, y no es raro oir decir a una adolescente:
-¡Ayyyyy, mami, es un divino! ¡Me escribió una canción!
Y la madre, que es una antigualla que todavía no comparte muy bien todos los códigos actuales, (pero que no se aterra ante la perspectiva de que su hija se líe con un artista porque ella una vez estuvo enmorada de un músico), se emociona pensando:
-¡Mi hija con un poeta!- mientras se enjuga una lágrima subrepticia con un post it que sacó del monitor (las madres de ahora no siempre usan delantal de cocina, que es muy útil para estos casos).
Y se pone a leer emocionada una canción que le suena escandalosamente a Luis Miguel. Entonces recuerda que los chicos de ahora no diferencian "me escribió" de "me transcribió", y que para ellos tiene casi el mismo valor una acción que otra. Lo cual me parece genial, porque cuando yo era joven, muchos jóvenes dedicaban tiernos poemas de Bécquer, o Neruda, o José Asunción Silva, sin aclarar el origen, pero eran duramente tratados si alguien, un poco más ilustrado, notaba y denunciaba la superchería. Cortando así, de raíz una relación que podría haber sido dichosa.
Creo que en la actualidad, si fuera posible hacerlo, un ranking de popularidad mucho más verosímil que los discos vendidos, para los autores de canciones, sería el de cuántos nicks se adornan con frases de sus canciones. Y mostraría este ranking, también, cuán bien han comprendido y expresado los sentimientos de sus admiradores. Al punto de que los han hecho propios y los han ofrendado al objeto de su amor.
Otra subcategoría la constituyen los que incluyen frases célebres (generalmente sin indicar el autor) sobre temas generales, es decir, no personales. Me atrevería a decir que algunas frases del Che van ganando por mucho. Pero también hay otras, en nicks de autorìa propia de personas que ya no entran en la clase "chicos", que suelen tener diversos tintes: optimistas algunas, pesimistas otras, a favor de distintas corrientes políticas otras. Artaud, Baudelaire, Discépolo, Bakunin, aparecen cada tanto también. Y las humorísticas, que a su vez se dividen en groseras y elegantes.
Tengo una contacta que todos los días cambia su nick. Siempre son inteligentes, agudos, originales. Aunque ella tiene una gran ventaja: trabaja en una biblioteca y tiene a su alcance cientos de libros para sacar material. Las más de las veces son divertidos u optimistas, pero a veces son tristes, cuando no beligerantes. Y tienen la cualidad de modificarme el ánimo. Si veo que es positivo, me alegro, por ella y, de paso, por mí. Si está enojada le pregunto y trato de calmarla, cosa que casi nunca logro. Si es triste, me deprimo por mí y me preocupo por ella.
El de hoy decía lo que se ve en la imagen de arriba: "La peor forma de extrañar a alguien es estar sentada a su lado y saber que nunca lo podrás tener." ¿No es algo desgarrador, que moviliza y desentierra profundos dolores supuestamente superados? ¿Quién no ha vivido alguna vez algo así? ¿No es para preocuparse por alguien que ha escrito algo así?
En fin. Creo que no he agotado la enumeración, pero estos temas me llaman mucho la atención. Algún día seguiré con este tema, y traeré algunos ejemplos reales.
Sección EMPRENDEDORES: Isolina y los concursos
Pero cuando, calculadora mediante, descubrió que en pocos meses ya llevaba gastados 3.480$ en sobres, estampillas y lapiceras, se quiso morir. Sobre todo ante la indiscutible evidencia de que, a pesar de tanta inversión, no había ganado ni el auto de Susana, ni el departamente de los fideos Pastichoti, ni el ciclomotor de Crónica, ni los Números de la Familia, ni el TV Bingo, ni nada.Entonces decidió que era hora de empezar a sacar algún rédito de los concursos. Empezó por el barrio. A los quince días tenía cinco clientes. Al mes, diez. Porque, como se sabe, hay mucha gente que desea participar en los concursos pero no tiene tiempo o ganas de escribir y mandar cartas.Entonces ella, por una pequeña cantidad fija por cada una, mandaba a nombre del cliente la cantidad de cartas que él quería.
Empezó escribiendo hojas a mano y fotocopiándolas, para luego pegarlas como sobres, que despachaba por correo.Cuando, a poco andar, el negocio creció, se compró su fotocopiadora y consiguió descuento por envíos grandes en un Correo Privado.Más adelante, se compró su propia camioneta postal, y quince fotocopiadoras más, además de toda la producción de una fábrica de papel .La módica empresa original devino en una sociedad anónima, que excedió primero la ciudad, luego la provincia, y después se extendió a todo el país.Pero un día, el asesor de marketing comentó preocupado con el gerente de comercialización que el ritmo de crecimiento estaba decreciendo. Y que sería necesario intensificar la promoción. Razón por la cual, el gerente lanzó con bombos y matracas, un concurso cuyo premio era un viaje a las Bermudas con estadía por diez días, con desayuno, para dos personas, y un velero de 30.000U$S.Por supuesto, todo el país quiso participar. Así que el trabajo de la Empresa aumentó considerablemente, cosa que puso exultante al gerente de comercialización, el cual, por supuesto, también pidió aumento de sueldo, un despacho más grande con vista al río, y alfombra de pared a pared.
Pero Isolina no era feliz. La prosperidad estaba bien, pero ya no vivía la emoción que los concursos de antaño le producían.Se iba marchitando en el lujoso palacete post-moderno, mientras, de su dueña seguro olvidados , se cubrían de tierra y telarañas, en un espacioso garage post-moderno, dos motos japonesas y un auto alemán, todos 0 KM.También la piscina estaba desierta, y la cancha de tenis, y el salón de baile para 500 personas.
Hasta que llegó de visita un día su nietito, comiendo un chocolatín. Tenía el envoltorio en su mano gordita, y se lo ofrendó a Isolina. Ella leyó que en él decía :"Si me enviás a esta dirección con tus datos, podrás participar en el sorteo de una fabulosa pelota de plástico".
Entonces Isolina sonrió, por primera vez en largos meses, y le dijo al niño :"Venga, mi amor. Vamos a buscar un sobre".
Este es un cuento de Silvia Ele, y la imagen es de Art Renewal Center
sábado, 22 de diciembre de 2007
Sección SERVICIOS y PUBLICIDAD:Intervenciones Gratis
Sección SOCIEDAD ACTUAL: Los peligros del Photoshop 2
Este es otro ejemplo donde se ve lo que sucede dentro de una pantalla de Photoshop. El diseñador ha dejado abiertos varios archivos de modelos que va a utilizar para confeccionar el calendario anual de la Empresa "Todo para el Taller".
Mientras el diseñador realiza sus actividades en el cuarto de baño, las modelos exhiben su impudicia sin dignidad para atraer al joven del centro, que las ignora olímpicamente.
Entretanto, el otro modelo, musculoso y de piel broncínea, observa con evidente disgusto la actitud desenfrenada de las descocadas.
¿Está celoso del joven porque las ninfas no lo miran a él? ¿Está celoso porque las ninfas le disputan el amor del joven? No sabemos.
Sólo sabemos que el ambiente es de tensión y de competencia.
Por eso, esperamos sinceramente que aparezca pronto el diseñador y ponga un poco de orden y decencia en este espacio de lujuria y mezquinos sentimientos.
Caramba, también.
viernes, 21 de diciembre de 2007
Sección SOCIEDAD ACTUAL: Género: femenino; número: singular.
Si hay algo que no SOPOOOOORTOOO son los blogs, los libros, las series de TV y las películas sobre/de mujeres solas cuya vida gira alrededor de un eje exclusivo: conseguir un HOMBRE.
Novio, amorío, marido, concubino, amante, esposo con libreta, cualquier cosa. Pero tener uno para su uso personal (y no digo exclusivo, porque muchas no exigen eso) con tal de tener un macho de la especie.
Los chats, las confiterías, los talleres literarios, las discos están infestados de esas mujeres. Están al acecho, cual gatas en celo. Desparraman feromonas a diestra y siniestra, como dardos con anzuelos en vez de puntas.
¿Por qué nuestra vida femenina (aclaro que pertenezco al género femenino, número singular) debe ser articulada y girar sobre el eje fundamental de un representante masculino de la especie?
En esta época de supuesta liberación femenina, ¿por qué es tan imprescindible contar con un hombre en la mesa, en la cama, en la casilla de chat y/o e-mail, o en el auto?
Sí, los hombres disponibles escasean. Este es el tema del actual simposio que se desarrolla hoy en el dormitorio de mi amiga Eleanor (que, en realidad, se llama Eleonora, como su abuela).
-¿Dónde están?- dice mi amiga Adelaida, mientras se saca la cera de depilar con furia masoquista- ¿Qué están haciendo?
- Yo, lo que quiero saber, es ¿con quién lo están haciendo?- dice mi prima Eunice, mientras tira frenéticamente las cartas del tarot sobre el cubrecama bordado de Eleanor.
-¿O más bien sucede que las únicas que hablan y se manifiestan son las que sufren tal carencia mientras las otras están usufructuando a los hombres de que las otras carecen?- dice mi hermana Megan, que es muy complicada para hablar, mientras se revienta un barrito frente al espejo con aumento de Eleanor.
-¿Habrá tal vez un histeriqueo pertinaz, o inconsciente, de parte de las carenciadas?-digo yo, que ando medio psicoparlante últimamente, mientras me aplico un perfume carísimo de Eleanor en el escote- ¿Será que dicen que quieren, pero cuando tienen cerca a algún espécimen lo patean?
-¿Será que hay mujeres que acaparan de a varias unidades como ocurre en el supermercado cuando se prevé una huelga o un feriado largo? -dice Adelaida, mientras se pasa un algodón con alcohol sobre la zona automaltratada.
Yo paso a otro ángulo de la cuestión, mientras me pruebo unas chinelas doradas de Eleanor:
-¿Es realmente imposible vivir sin hombres? Porque si los hombres no están acá, es porque no quieren, o no pueden, o no les interesamos, o prefieren estar en otro lado. ¿No podemos elegir nosotras también estar solas sin torturarnos? El trabajo, la lectura, los hijos, el hogar, el estudio, la cultura, el arte, las inquietudes sociales, ¿no alcanzan para llenar una vida? Y no lo digo "para matar el tiempo", sino para hacerla suficientemente gratificante y plena.
Percibo un conato de abucheo entre la concurrencia, y, por las dudas, me dispongo a cambiar la dirección de mi alegato, pero mi prima Eunice toma la posta.
-¿Acaso queremos un hombre para que nos mantenga? ¡¡Pero si la mayoría de las mujeres trabajamos, y si nos descuidamos tenemos que mantenerlos a ellos!!- dice , mientras se pinta las uñas con un esmalte verde esmeralda de Eleanor.
Mi hermana Megan aporta ahora su sapiencia y experiencia:
-¿Para que nos arreglen las canillas o la licuadora cuando se descomponen? Si hay técnicos, mujer, que además de ser eficientes y de tarifas módicas, suelen ser bastante "serviciales" en otros aspectos, más que muchos maridos y novios, si vamos al caso. Y hasta nos pueden hacer ambos servicios gratis, si somos astutas.- y sonríe con cara de "no sé si...", mientras se pone en las pestañas el rimmel plateado de Eleanor.
-¿Para que nos defienda de los ladrones? Mmm, yo no confiaría tanto en las cualidades de "security man" de ninguno. Un spray congelante o adormecedor en la cartera, o un silbato ultrapotente, nos serán más útiles - dice mi prima Adelaida, volcando el contenido de su bolso en la cama y sacando a relucir su arsenal privado.
Yo expongo entonces mi teoría personal:
- Los hombres tienen miedo de afrontar un compromiso en el que se vean demasiado exigidos. Y tienen razón. Las mujeres, hace décadas que venimos proclamando nuestra autosuficiencia, superioridad, inteligencia y competencia. Y cuando tenemos a nuestro alcance un hombre, le exigimos que sea autosuficiente, competente, protector, tierno y omnipotente. Pero nunca estamos conformes - afirmo categóricamente, al tiempo que inhalo un vasodilatador de Eleanor, y casi muero con la faringe destruida.
Suena entonces un teléfono, y todas corren como desesperadas a atender. Me quedo masticando el asunto, porque a mí no me llama nadie, y se me ocurren muchas cosas. Es que este tema tiene mucha tela para cortar, pero a mí ya me duele la mano de sostener la tijera.
Así que será hasta el próximo simposio.
domingo, 16 de diciembre de 2007
Sección PERVERSIONES SURTIDAS: El Candaulismo
Porque para mí, Internet, aparte de ser la útlima maravilla del mundo, es mágica.
Ayer a las 3 de la tarde estuve como una hora hablando con una amiga acerca de un amigo común que adolece de una perversión sexual, poco frecuente para nuestra limitada experiencia.
Consiste esta en necesitar ver a su pareja copulando (palabra graciosa esta, me hace pensar que alguien, mientras hace el amor, está haciendo copos de maíz) para excitarse y poder realizar un acto sexual satisfactorio con la misma persona a la que antes observó copulando con otro.
Y coincidimos en que no conocíamos otro caso parecido.
Más tarde, a la noche, yo estaba mirando un programa especial donde pasaron un reportaje a Salvador Dalí, hecho en el año 1977.
Decidí ahondar en su vida para conocer mejor semejante figura tan rica y llena de matices.
Y me fui a tocar las ventanas de mi viejo Google, donde encontré cuantiosa información sobre este genio loco, que amó durante cincuenta años a la misma mujer, su musa inspiradora y su mucho más, Gala.
Entre muchísimos otros datos, encontré que Gala “tuvo numerosas relaciones extramatrimoniales, a las que Dalí nunca se opuso, tal vez porque estaba fascinado por el morbo del candaulismo.”(esta cita es de Wikipedia).
Con el término candaulismo en rojo, como si fuera un link. Cuando traté de ver a dónde me llevaba, me encontré en una página (de Wikipedia) llena de explicaciones…sobre la no existencia de ninguna página que tratara sobre ese tema.Me ofrecía otros links donde posiblemente encontraría esa información que ya se me estaba haciendo urgente. Y tampoco encontré nada más que páginas completas donde me indicaban que no sabían lo que era esa porquería que yo estaba buscando.
Me sentí totalmente desorientada: ¡las páginas estaban armadas y publicadas aún cuando no contenían el contenido para el cual habían sido diseñadas!
En fin, que insulté exhaustivamente al señor Wikipedia (o señorita, me parece que va mejor), lo cerré y me fui de nuevo a la ventanita de Google y escribí Candaulismo.
Por suerte el señor Google no es tan pacato como la Wiki, y me aparecieron unas cuantas entradas sobre el tema.
La mejor estaba en un hermoso blog: http://fotoscomentadas.blogspot.com/, donde encontré algo que comenzaba así: Al respecto, cabe consignarse que el término candaulismo, proviene de Candaules, también llamado Hedíates, rey de Lidia, país de la antigüedad, que estaba casado con una mujer de extraordinaria belleza, de la que se sentía muy orgulloso, habiéndola convertido en su reina.
Y después seguía una larga historia, que se resumiría en que el rey hizo que su amigo viera secretamente a la reina desnuda, que ésta se enteró y se enojó muchísimo con su esposo y que presionó al involuntario voyeur para que matara al rey y se casara con ella, a menos que quisiera morir para pagar su indiscreción.
El pobre lo pensó, y eligió la primera opción. Y así se convirtió en el esposo de una bella reina y el rey de todo un país. Así nomás, de un día para el otro.
Y, quién sabe cuándo, algún sexólogo, psicólogo o kinesiólogo decidió usar su nombre para denominar una de las muchas parafilias clasificadas.
Sí, PARAFILIAS. Ufa, dije, y me puse a buscar de nuevo.
Esta vez Wikiwiki se portó bien, porque me dijo “Una parafilia es un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra actividad”.
Y también me dijo que : Las parafilias se consideran inocuas —y, de hecho, de acuerdo a algunas teorías psicológicas son parte integral de la psique normal— salvo cuando están dirigidas a un objeto potencialmente peligroso, dañino para el sujeto o para otros, o cuando impiden el funcionamiento sexual normal.
(Los subrayados no son míos, y no se los pude sacar).
Si no me equivoco, hasta don Freud las aprobaba. Y no sé si no las practicaba, que en su derecho estaba, no vamos a ser pacatos nosotros también.
U sea, que el pobre rey Candaulas pasó a la historia dando nombre a una perversión que él, ni siquiera, pudo disfrutar, porque no sólo no la ejerció usufructuando la exaltación subsecuente, sino que, además, murió despojado de su honra, su mujer y su reino. Pensándolo bien, que se jorobe, por estúpido y fanfarrón.
Y todo esto ¿qué tendrá que ver con el realismo mágico e Internet?
Pues que yo, tras pasar de una intrascendente charla por la tarde, a un programa de televisión por la noche, pude resolver todas las dudas y armar las conexiones que me permitieron escribir estos desatinos, gracias a Internet, y sus secuaces Google, Wikipedia y un blog elegante y sustancioso, el susodicho http://fotoscomentadas.blogspot.com/.
Y finalmente, hoy mismo, buscando en Art Renewal Center.org, algo para ilustrar esto, encontré el cuadro que incluí arriba, de William Etty (1787-1849), que, casualmente, se llama
Candaules, King of Lydia, Shews his Wife by Stealth to Gyges, One of his Ministers, as She Goes to Bed
¿No es mágica toda esta sucesión de casualidades?
Brindo por todo eso.
viernes, 14 de diciembre de 2007
Sección POLICIALES: Fauno depravado ataca a doncella
Nadie puede negar que en esta época preñada de violencia no hay zonas liberadas de peligros.
Se ve bien en esta foto: el diseñador ha dejado abierto el Photoshop y algunos archivos mientras ha ido a almorzar.
El fauno, entonces, dando rienda suelta a sus bajos instintos, trata de abusar de la inocente modelo del archivo vecino, la cual resiste desesperadamente para defender su virtud.
¿Logrará el fauno cumplir sus nefastos designios? ¿Llegará a tiempo el diseñador para poner orden y defender a la pobre doncella?
Tengamos presente siempre esto, amigos: ni siquiera lo virtual asegura la virtud.
Sección BOTÁNICA Y FAMILIA: La plantita
Cuando mi sobrino Eufemio, cumplió 20 años, estábamos a 28 y yo no cobraba hasta el 5. Así que me fui hasta un vivero japonés de la otra cuadra, muy barato, porque yo sabía que a él le chiflaban las plantas.
De entrada, nomás, la vi y me atrajo. Era una hermosa y exótica plantita, cuyo cartelito rezaba un nombre en latín que no me dijo nada, y un nombre en japonés que me dijo menos. Pero más abajo decía "1 $" , y eso sí lo entendí.
La plantita era verde y roja, y tenía zonas tan mórbidamente aterciopeladas, que invitaban a tocarla. Pero cuando Eufemio la tocó, ella le mordió el dedo. Suavemente , debo reconocerlo. Y en ese momento vimos la verdad , la exótica verdad : era una planta carnívora.
Cuando llegó el frío, él la llevó al living y la colocó junto a la mesita de los retratos de la familia.
Pasaban los días y ella se ponía más y más rozagante y frondosa. Y, todo hay que decirlo, muy coqueta. Cuando se acercaba un muchacho (le gustaban mucho los de tipo atlético), se erguía con movimientos voluptuosos, y exhalaba un perfume denso y envolvente, mientras abría y cerraba, provocativa, su cavidad aterciopelada.
Pero, un día, comenzó a amustiarse. Me apenaba verla pálida, agobiada e inapetente. Por eso, pese a mi escasa versación en psicología botánica, pude diagnosticar sin dudar : depresión vegetal aguda por causas desconocidas.
Pero yo sí la observaba. Y noté que cuando no había nadie cerca, se inclinaba hacia el retrato de Eufemio (en el que él sonreía canchero, vestido de rugbier), y, suspirando, dejaba caer una lágrima transparente sobre la mesita. Después, giraba hacia el retrato de Inesita, la novia de él, y le escupía una sustancia viscosa y negra, que chorreaba sobre el retrato y enchastraba la carpetita de ñanduty.
Yo estaba muy preocupada por su salud mental y psicofísica. Además, empezó a invadirme una sospecha inquietante. Probé cambiarle la dieta y la comprobé : se había vuelto vegetariana.
Con la misma angustia que una madre (o una tía) ve al niñito de sus ojos hacer equilibrio en la punta de la antena del techo, comprendí que ella trataba de suicidarse.
Había que hacer algo. Así que convoqué con urgencia a un concejo de familia, y lo discutimos. Eufemio, cayendo por fin de su Babia personal, sugirió que le espolvoreáramos pimienta, que no le gustaba nada, para que no pudiera comerse.
Debo reconocer que, una vez puesto en acción, mi sobrino es eficiente. Enseguida salió, y volvió con un hermoso y joven sauce llorón, que plantó en el fondo de la casa. Después llevó la maceta con ella junto al sauce, y la dejó.
Al principio, abismada en su pena de amor no correspondido , ella pasó largos días sin reaccionar. Pero, luego de varias semanas en que el sauce, inclaudicable, le llorara infinitos poemas de amor, ella comenzó a revivir.
Empezó a comer, desganada, primero algunas moscas. Más tarde, varias luciérnagas y finalmente cuanto bicho se acercaba desprevenido. Vivieron, entonces, ella y el sauce, un luminoso romance, que yo espiaba, entre envidiosa y emocionada, desde atrás de la Santa Rita.
Al poco tiempo , de ese romance, nacieron unas plantitas muy bonitas, que sólo lloran cuando tienen hambre, pero se calman comiendo bananas con huevo frito . Eso sí : con bastante roquefort.
Porque ellas sí son vegetarianas, pero de paladar muy exigente.
Sección LITERATURA: EL DESEO, un cuento de L.A.Braderhurst
Murió muy joven, a los 42 años, víctima de una violenta cirrosis hepática, que contrajo a causa de su inamovible costumbre de beber varios litros de leche con cacao y crema por día.
Reproducimos aquí uno de los cuentos que integran un libro recientemente publicado y en el que se trasluce su indiscutible estilo cáustico, melindroso, y, por momentos , groseramente sutil.
El retrato que acompaña a esta suscinta biografía se debe al notable artista plástico argentino-uruguayo Monte Video, a quien le agradezco caudalosamente
EL DESEO
Eileen y yo hemos hablado mucho de este tema. Lo hemos conversado hasta quedar exhaustas. Ambas deseamos intensamente hacerlo. Cada vez que pensamos en ello, una especie de escalofrío nos recorre la médula y nos cosquillea en la piel. Pero siempre hay una mano invisible que nos detiene en el momento justo, y nos quedamos en el umbral.
Sabemos lo que la gente piensa, esa gente que se considera la dueña de la verdad, del honor, de la decencia. Pero esa gente no nos importa ni su censura nos afecta. La traba está dentro de nosotras, fruto maldito e inevitable de represiones incorporadas a través de generaciones, como una coraza de hierro que nos atenaza los sentimientos y las sensaciones.
Ambas sabemos que alguna vez lo haremos. Pero todavía no. Quién sabe sea mañana, tal vez en dos semanas, a lo mejor dentro de un mes. Pero el momento llegará y Eileen y yo cruzaremos ese umbral, con el corazón batiendo desordemadamente, y ya nada podrá impedirnos que juguemos al billar en el bar de Lou Chapman.